"VIVALDI EN LA PIETÀ"

Vivaldi en La Pietà

A principios del siglo XVIII, cuando Vivaldi empezaba su carrera musical, Venecia había perdido su gran potencial económico, pero todavía era un centro de  atracción para los visitantes que hacían el "grand tour" de Europa, gracias a su especial ubicación, a su arquitectura y, sobre todo, por su cultura, y en especial, la pintura y la música.

Dentro del ámbito musical, uno de los atractivos mas especiales que se podían encontrar en Venecia en este tiempo era la música que se ofrecía en los "ospedali", instituciones a medio camino entre el orfelinato y el conservatorio, subvencionados por dinero de la República, y donde las interpretaciones musicales corrían a cargo de sus alumnas, conllevando esto, por tanto, que los conjuntos estuvieran formados exclusivamente por mujeres (las "figlie di choro") tanto en el apartado vocal como en el instrumental. Uno de los cuatro "ospedali" venecianos, quizás el más famoso, era el llamado "della Pietà", en el que entre los años 1703 y 1740 estuvo vinculado el compositor Antonio Lucio Vivaldi, como profesor de violín y como maestro del coro.

Normas estrictas prohibían el acceso de personal masculino a estos centros, por razones de índole moral, siendo la única excepción la persona del maestro de coro. La palabra "coro" en esta época abarcaba a todo el conjunto musical, tanto las voces que cantaban como los instrumentos que las acompañaban. Un testimonio ruso de esta época, Petr Adreevich Tolstago, escribe en 1698 que "no se podía encontrar un canto más dulce y armonioso en todo el mundo, y que por este motivo, gentes de todas partes llegaban a Venecia con el deseo de refrescarse con sus cantos angelicales"

Sorprende constatar, por tanto, que mientras en toda la Iglesia Católica la música litúrgica era interpretada por conjuntos integrados en su totalidad por elementos masculinos (niños, castrados, falsetistas,...) en estos lugares venecianos la música sonara en versión exclusivamente femenina.

Consta, en un documento de 1707, el desglose de la disposición del coro de La Pietà, especificando que las 29 chicas estaban repartidas en 5 sopranos, 4 contraltos, 3 tenores y 1 bajo, mientras que las 16 instrumentistas eran 5 violines,4 altos, 2 "violette", 1 contrabajo, 1 tiorba y 3 organistas.

La presencia exclusiva de voces femeninas en el coro obligaba, seguramente, a que las voces de tenor y de bajo fueran cantadas a una octava más alta de lo que estaba escrito, comportando este cambio unas pequeñas variaciones, ciertamente curiosas, en los contornos melódicos de las obras, pero la presencia de los instrumentos graves en la orquesta garantizaban la "corrección armónica" del conjunto. Nada raro deberían percibir los asistentes a las ceremonias cuando los numerosos testimonios que nos llegan de dichas interpretaciones, muchos de ellos músicos, están de acuerdo en ensalzar la belleza de las versiones y nadie da noticia de ninguna irregularidad musical.

Es con este propósito, pues, de reencontrar este sonido luminoso y especial que proporcionaba la polifonía a voces femeninas, que presentamos este programa, contando con la presencia del Coro de Cámara Femenino SCHERZO y la Orquesta Barroca Catalana, con instrumentos históricos, en un intento de acercarnos a una sonoridad más próxima al original.

 

1ª PARTE

Antonio Vivaldi

Tre Salmi

 

 

In exitu Israel, RV 604

 

 

Laudate Dominum, RV 606

 

 

Laetatus sum, RV 607

 

Sonata al Santo Sepolcro, RV 130

 

Kyrie en Sol menor, RV 587

 

Credo en Mi menor, RV 591

 

2ª PARTE

Antonio Vivaldi

Gloria en Re major, RV 589

 

 

Gloria in excelsis Deo

 

 

Et in terra pax

 

 

Laudamus te

 

 

Gratias agimus

 

 

Propter magnam gloriam

 

 

Domine Deus

 

 

Domine Fili Unigenite

 

 

Domine Deus, Agnus Dei

 

 

Qui tollis peccata

 

 

Qui sedes ad dexteram

 

 

Quoniam tu solus

 

 

Cum Sancto Spiritu

 

Coro de Cámara Femenino SCHERZO

Orquestra Barroca Catalana

Ana Gil-Pérez, solista

Núria Batet, solista

Jordi Casas Bayer, dirección